Desde la Comisión de Derechos Humanos, Salud Mental y Géneros del Colegio de Psicólogxs de la Zona Andina, queremos expresar nuestra inmensa preocupación y enérgico repudio a las embestidas tiránicas del poder ejecutivo nacional sobre la población en sus diversos aspectos. Las políticas expresadas a través del DNU y las leyes “ómnibus” que se pretende imponer implican la destrucción del tejido social en su conjunto y el retroceso en absolutamente todas las esferas de nuestra vida y nuestros derechos conquistados.

 

Si definimos a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona, no podemos dejar de pensar que estas políticas implican un modo de gestión de la muerte ya que las políticas que se quieren imponer, parecen un ensayo siniestro de destrucción social en todos sus ámbitos culturales, científicos y humanos en general.

 

No podemos dejar de pronunciarnos con enorme preocupación haciendo un llamado a todxs nuestrxs colegas a reflexionar y posicionarse en esta coyuntura dramática. 

 

Con más convicción que nunca y con el conocimiento que nos da nuestra experiencia creemos que la respuesta debe ser siempre colectiva.